Esta tarde habíamos quedado en cada de Begoña, pero yo me encontraba un tanto cansada y me planteé si ir o no. Al final, una vez más, me animé y fui a casa de Begoña a ver que nos deparaba hoy la tarde de charla.
Al llegar a casa de Begoña, ya estaba allí Adela. Cuando me senté en el sofá vi que encima de la mesa había como cuatro o cinco álbumes de foto, enormes y antiguos, sobre la mesa.
- ¿Qué es esto? – Pregunté en voz alta
- Pues nada que hablando un poco del pasado con Begoña, ha sacado estos álbumes. - Me contestó Adela.
La tarde parecía que iba a ir de recuerdos y fotos, de los antiguos momentos que todos inmortalizamos y guardamos en álbumes, los cuales conforme más edad adquirimos más nos gusta ver.
Una vez todas acomodadas, me dispuse a ver uno de los álbumes. Al abrir la tapa, la primera foto que apareció fue la de una familia en las que todos y cada uno de los miembros tenían en la mano una estatuilla dorada, los famosos Óscars.
- ¿Begoña quien eres tú en esta foto? ¿y que hacéis todos con un Oscar en la mano? ¿Son de verdad? – Hice una lluvia de preguntas en un segundo.
- Begoña entre carcajadas me contestó – Soy la chica alta de pelo liso, esa que sale tan seria.
Jamás imagine que fuese ella, no tenía nada que ver con la Begoña actual, excepto en los ojos. Begoña continuó hablando:
- Los Óscars que tenemos en la mano son de chocolate, era una costumbre de mi familia. El día de los Óscars nos reuníamos en casa de algún familiar para verlos y siempre comprábamos las estatuillas de chocolate para hacernos una foto e inmortalizar el momento. Era divertido ver los premios más importantes del cine mientras comíamos chocolate y palomitas.
A raíz de la foto, comenzamos a hablar de los Óscars o los premios de la Academia en los que se premia a directores, actores, escritores, compositores… de películas.
Así Begoña nos contó que estos premios, que actualmente son muy conocidos y que generan una fama prácticamente mundial a quienes tienen el honor de ganarlos, comenzaron siendo ceremonias de no más de 200 personas.
A Begoña el Óscar que más le gustaba era el que se entregaba a la mejor banda sonora, aunque le encantaría que se les diesen a varias bandas sonoras, ya que no cree que solo una lo merezca. A lo que Adela opinaba que aunque solo lo ganase uno eran varios los nominados.
- Eso es cierto – Dijo Begoña sin ninguna duda – De hecho hay records, como el de más premiado por la mejor música y canción que es Alfred Newman, con nueve estatuillas y a él le siguen Alan Menken y Jhon Williams con cinco estatuillas. Y este último, Williams además posee el record del mayor número de nominaciones.
Era increíble como Begoña podía saber tanto sobre películas, cine y compositores y además retener en su cabeza tantísimos datos, era admirable.
Tras esto nos contó que le daba mucha pena aquellos compositores que habían sido nominados muchas veces y que nunca habían recibido el Óscar, como era el caso de Alex North nominado quince veces.
- Además de que no es fácil llegar hasta el punto de ser nominado encima que se queden con la miel en los labios y no una sino muchas veces –nos contaba Begoña con cara triste.
Además, también nos repitió en varias ocasiones que en los Óscars, cada vez más, se le da mucha importancia a la alfombra roja. ¿Quién asiste a la gala?, ¿de quién va acompañado?, ¿como van vestidos?, el paseo por la alfombra roja…
Así nos pasamos toda la tarde comentando todos y cada uno de los detalles de los Óscars. Llegamos hasta a hacer palomitas, como decía Begoña:
“Comer palomitas siempre me recordará a aquellos momentos”
A su lado el presentador Donald Crisp.
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"Dios hizo el mundo en 7 días, y yo destruí el mío en 7 segundos"
JULIA
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