En el Rellano

Un edificio común… A decir verdad demasiado común. Aunque con una peculiaridad que lo hace diferente a todos, sus inquilinos.


Esta historia, que hoy voy a contaros, desencadenó una serie de sucesos que se prolongan hasta nuestros días. Fue un encuentro fortuito, nadie lo esperaba, tan solo sucedió, aunque, yo no descartaría que el destino estuviera tras él. 

Escuchad atentos porque una vez conozcáis la historia quedaréis totalmente enganchados a ella. 

Era martes… Sí, un martes a las cinco de la tarde. Begoña, inquilina del 3ºA salió de su apartamento camino del ascensor para dar uno de sus muchos paseos. En ese momento apareció Adela, vecina del 3ºB, también camino del ascensor. 

Fue un solo detalle el que desencadenó esta historia, tan solo un sonido, un sonido proveniente de un teléfono móvil.

“Tin tin tin tin tin tiiiinnnn, tin tin tin tin tin tiiiinnnn, tiritin tin tin tin tiritinnn…”

La melodía irrumpió en el silencio de forma majestuosa. Begoña, entonces, miró a Adela y a pesar de que tan solo habían cruzados unos pocos “holas” y otros tantos “buenos días” se lanzó a la conversación.

- Interesante pieza ha elegido usted… Aunque nadie hubiera pensado que fuese una fan de la trilogía… 

Adela extrañada y un tanto desubicada miró a su alrededor para ver si estaban solas y corroborar así que Begoña se dirigía a ella. - ¿Perdone?... ¿Cómo ha dicho?.

- Me refiero al tono de su llamada. 

- ¡Ammm, esto!.. Hija, yo no tengo mucha idea sobre las nuevas tecnologías. Mi hijo es el que me ha puesto esta cosa, yo tan solo quería que sonara muy fuerte, ya sabe, para enterarme. 

- Pues lo ha logrado, pero es una pena que no conozca la importancia de esa melodía. 

Se hizo un pequeño silencio, hubo un cruce de miradas, alguna que otra sonrisa y más silencio. Begoña empezó a tararear la mítica melodía y fue en ese instante cuando apareció Julia. Julia es la nueva vecina del edificio, una chica joven que acaba de mudarse con su pareja al 3º C. Al acercarse al ascensor escuchó a Begoña y una risita disimulada se le escapó. 

- ¿Que le hace tanta gracia señorita? - Le preguntó Begoña muy educada.

- Perdone, no imagine a alguien de su edad tarareando algo así.

- Bueno, al menos la ha reconocido.

- Je je, claro, cómo no. Aunque no la imagino a usted entre espadas láser. 

Adela, con su ceño fruncido, no quitaba ojo a la situación. Begoña dirigiéndose a Julia le hizo saber que no hace falta tener una espada láser o ser un fan incondicional de las naves espaciales para escuchar buena música. 

-Mi nombre es Begoña, encantada, ¿su nombre es?

-Perdone la grosería, soy Julia, encantada.

Ambas mujeres miraron a Adela que seguía allí presente y en silencio.

-Soy Adela, del 3ºB, un placer.

-Bueno jovencitas, entonces, ¿qué opináis sobre este tema?- Preguntó Begoña curiosa.

Adela se encogió de hombros, Julia tan solo añadió que para ella eran cosas de "friquis". Begoña suspiró, las miró con ternura y añadió. 

-¿Tenéis un momento?

Sus vecinas asintieron con la cabeza entre una mezcla de intriga y vacilación. 

- Siempre me ha apesadumbrado ver como la gente identifica grandes piezas del cine o la televisión pero no saben nada más. A veces no conocen a que película pertenecen, ya no hablemos de quien ha sido su compositor… Reducir la banda sonora de Star Wars a un par de espadas láser, unas naves o unos “friquis” es no decir nada. Es no saber que esta obra supuso un antes y un después para el mundo del cine. 

Begoña las miró con una expresión afable y continuó.

- Pasar, os invito a un café, quiero hablaros de alguien…


1 comentario:

  1. Después de esto, así sonará mi día de hoy :D
    https://www.youtube.com/watch?v=-bzWSJG93P8

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